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jueves, 16 de mayo de 2013

El SNTE ratificó al Presidente Enrique Peña Nieto su Determinación de Acompañarlo en la Transformación de México y Particularmente en la Reforma de la Educación. Discurso del Maestro Juan Díaz de la Torre

Comunicado de Prensa No. 158/13.
Colegiado de Comunicación
de la Sección 6 del SNTE

imageMéxico, D. F., 15 de mayo de 2013. El Presidente Nacional del SNTE manifestó hoy, durante la ceremonia oficial del Día del Maestro, realizada en la Residencia Oficial de los Pinos, que fue encabezada por el Presidente Enrique Peña Nieto, que los conflictos en el campo educativo deben quedar atrás, y que el sindicato de manera autocrítica debe esforzarse más para comunicar de mejor manera la viabilidad de sus propuestas y transparentar sus procesos internos de desarrollo institucional, al tiempo que ratificó la determinación de la organización gremial de acompañarlo “como Jefe de las Instituciones del país (…) en el impulso de la transformación de México y por supuesto, particularmente por la reforma de la educación”. A continuación, la versión estenográfica de la intervención del Maestro Juan Díaz de la Torre, líder del SNTE, en la ceremonia aludida.

Muy buenos días a todas y a todos ustedes. 

Señor Licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Señor Licenciado Emilio Chuayffet Chemor, Secretario de Educación Pública.

Muy distinguidos integrantes todos de la mesa de honor que tengo la oportunidad de compartir.

Compañeras y compañeros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Admirables maestras y maestros que hoy son homenajeados con las medallas Rafael Ramírez e Ignacio Manuel Altamirano.

Muy queridas y queridos maestros de México:

Cuando en 1918, Don Venustiano Carranza decretó la celebración del Día del Maestro, México comenzaba apenas a recuperarse del largo conflicto social, político y armado que fue la Revolución Mexicana.

Entonces estaba todo por hacer: había que reconstruir el país y fundar un nuevo Estado; restablecer la unidad nacional; edificar las nuevas instituciones y desplegar el conjunto de políticas de salud, educación, seguridad y asistencia social; de desarrollo del campo y las ciudades que fueron las características del estado social mexicano.

En ese contexto, con todo por hacer hacia adelante, el homenaje que se instituyó para los maestros tuvo un doble y profundo significado: se reconocía explícitamente su elevada responsabilidad educativa y al mismo tiempo se les asignaba un papel fundamental para afrontar los grandes desafíos de la época, en una palabra, se les hacía partícipe de los esfuerzos para reconstruir la Nación.

Desde esos momentos de enormes dificultades, las maestras y los maestros han sabido cumplirle a México. Siempre a lado y a la a altura la sociedad en el gran reto que espera de nosotros.

Maestras y maestros se multiplicaron y expandieron hacia todos los rincones del país. Hicieron de las escuelas casas del pueblo. Fueron ellos, nuestros antecesores, quienes hicieron posible las primeras campañas de salud y de vacunación, los primeros en reorganizar a las comunidades, los primeros en llevar el mensaje de la unidad y la identidad nacional; fueron los maestros quienes socializaron las aspiraciones de justicia social, progreso y democracia.

Sobre esta historia, y con base en estos principios e identidad, en 1943 se creó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, como organización unitaria para la defensa y promoción de los derechos del magisterio, para promover la expansión del sistema educativo, defender la escuela pública y ponerla al servicio del pueblo.

Desde entonces el SNTE ha sabido honrar siempre su historia y mantener su compromiso con México. En la segunda mitad del siglo pasado contribuyó a la consolidación del sistema educativo nacional, hizo frente al reto de multiplicar la cobertura educativa y universalizar la educación básica; fue partícipe de la modernización social, política y económica del país.

Sr. Presidente, Compañeras y compañeros todos:

El nuevo tiempo mexicano, las expectativas de cada familia por mejorar su calidad de vida, la urgente necesidad de avanzar en el desarrollo del país, de superar las condiciones de desigualdad y de pobreza en que viven millones de nuestros compatriotas, de incrementar la productividad nacional para competir con el resto del mundo; todo ello y muchas cosas más, reclama hoy un nuevo esfuerzo del magisterio nacional y de su Sindicato, para concretar ya una reforma educativa que eleve la calidad de la educación, y vuelva a hacer de ésta la plataforma de progreso y equidad en México.

Es una urgencia y un reclamo nacional que no puede esperar más. Las maestras y los maestros hemos sido los primeros en reconocerlo de esta manera.

Por eso, en esta fecha que la República rinde homenaje a los maestros, queremos decirles que pueden confiar en nosotros; que estamos preparados y tenemos la misma determinación con que antes actuamos para apoyar la reforma educativa que el país necesita ahora.

Queremos acompañar la reconstrucción de las capacidades del Estado en todos sus ámbitos, como ciudadanos y trabajadores de la educación aspiramos, como todos los mexicanos, a ir mucho, mucho más allá de la coyuntura, a llevar a México hacia un desarrollo económico con bienestar para todas las familias; hacia el fortalecimiento de nuestro régimen democrático, en el que todos podamos ejercer plenamente nuestros derechos sociales y políticos; hacia la consolidación de un verdadero estado de derecho, que sea garante real de legalidad, justicia, seguridad y convivencia armónica.

Tenemos claro que nuestra principal contribución debe partir desde nuestra materia de trabajo: la educación, sin renunciar desde luego a mantener la participación del magisterio en el análisis y el debate de los asuntos públicos.

Como lo hicimos en el pasado, vamos a respaldar el desarrollo del país, iniciando en nuestro ámbito, concretando la reforma educativa que está en curso en nuestro país. 

Porque el SNTE nunca se ha opuesto a la reforma. Por el contrario, fuimos de sus principales promotores, y muchas de nuestras propuestas e iniciativas están incorporadas en los contenidos de la Reforma que hoy está socializada.

Manifestamos, sí, una preocupación legítima con relación a los derechos laborales de nuestros compañeros, porque pensamos que la reforma debe hacerse con los maestros y debe afirmar sus derechos antes que reducirlos.

Porque tenemos la convicción de que es posible concretar la reforma y que su implementación garantiza al mismo tiempo los derechos de todos los trabajadores.

Esta es además una convicción compartida con el Ejecutivo Federal, con la Secretaría de Educación Pública, los académicos que ahora tienen a su cargo el INEE; así como la mayoría de legisladores de todos los partidos políticos, quienes han tenido expresiones categóricas, que les reconocemos ampliamente en el sentido de que la reforma fortalecerá el sistema educativo, acompañará al desarrollo profesional de los maestros, respetará y ampliará sus derechos y será sin duda alguna para bien de México. 

Quiero destacar que en todos los diálogos que la dirigencia del Sindicato ha sosteniendo con autoridades y legisladores, hay coincidencia en que la reforma se hará con los maestros, acompañando su desarrollo profesional, con el objetivo de fortalecer la educación pública nacional y mejorar la educación de los mexicanos.

En este contexto, el gran reto para nosotros es que a partir de la de la evaluación y la capacitación, la formación continua y la actualización permanente, ningún maestro pierda su plaza ni sus derechos legalmente adquiridos, y las leyes secundarias que habrán de reformarse y crearse próximamente, den certeza a todos de que es posible un resultado en el que el ganador sea México.

Señoras y señores:

Ser maestro, ser maestra, es un orgullo. Profesión de esperanza y transformación; maestras y maestros han sido siempre ejemplo de dignidad y compromiso.

Al celebrar el Día del Maestro hacemos un reconocimiento muy especial a nuestras queridas compañeras y compañeros que hoy cumplen 30, 40 o más años de servicio y son acreedores a las medallas de los grandes educadores Rafael Ramírez e Ignacio Manuel Altamirano y  quienes obtuvieron los mejores desempeños docentes, reconocidos en el Programa Nacional de Carrera Magisterial, nuestro abrazo y reciban y reciban nuestra gratitud por su vocación, por el ejemplo de nobleza y entrega que nos siguen dando ahora.

Ustedes queridas maestras y maestros son muestra de lo que el magisterio ha hecho toda su historia: servir al país, entregarse totalmente a la educación de niños y jóvenes, para que tengan siempre la certeza de que México, y su propio futuro, serán mejores a través de la educación.

Sr. Presidente:

Aprovecho este momento y la tribuna para agradecer el esfuerzo que su gobierno ha hecho para que el día de ayer recibiéramos a través del Sr. Secretario de Educación Pública, la respuesta salarial y prestacional para el año de 2013, que favorece, y es importante señalarlo, no sólo nuestra legítima aspiración de mejorar nuestras condiciones de vida, sino que va acompañada con recursos para el mejoramiento de nuestras escuelas y la capacitación y la profesionalización de los maestros.

Esta ceremonia también es propicia y es un marco adecuado para ratificar los compromisos del magisterio y convocar una nueva etapa de diálogo, de corresponsabilidad y cooperación para transformar la educación y concretar la reforma educativa.

En los últimos años la imagen del magisterio fue víctima de descalificaciones y en unas ocasiones más de ataques recurrentes.

La politización de la educación y el enfrentamiento ideológico estigmatizaron a los maestros y a su Sindicato, y de alguna manera se les ha culpado no sólo de los déficits en materia de educación, sino también de frenar los cambios en el sistema educativo.

Para nosotros, lo anterior será parte de una coyuntura, porque culpar es simplificar los diagnósticos y nuestra mirada de educadores es siempre mucho más alta en el tiempo y en el compromiso con la nación, una nación que tiene claro el valor de la educación pública para alcanzar el desarrollo incluyente.

Es la hora de reivindicar, revalorar y reconocer la dignidad de  las maestras y de los maestros de México.

La sociedad, los medios de comunicación, los actores políticos y económicos, y  desde luego el mismo Sindicato, debemos asumir abiertamente que: reconocer la dignidad, el compromiso y la vocación de los maestros, de todos cuantos están frente a sus alumnos todos los días del año, en todas las comunidades, es una de las mejores vías para respaldar el esfuerzo que requiere  la reforma educativa.

La urgencia de transformar la educación reclama del esfuerzo de todos. Juntos, tenemos que construir una nueva etapa de relación entre la sociedad, el magisterio y el gobierno, para desterrar de las escuelas y de la educación los conflictos y la división. Para hacer de la escuela y la educación el espacio privilegiado de concordia y solidaridad entre los mexicanos.

Los conflictos en el campo educativo deben quedar atrás. El SNTE de manera autocrítica debe esforzarse más para comunicar de mejor manera la viabilidad de sus propuestas y transparentar sus procesos internos de desarrollo institucional. Y los antagonistas políticos e ideológicos del nuestro Sindicato, deben dejar ya de estigmatizar a los trabajadores de la educación. Unos y otros, debemos darle ya una respuesta definitiva a la sociedad mexicana.

Sr. Presidente:

Este Día del Maestro, nuestro Sindicato ratifica ante Usted, en este acto solemne que como Jefe de las Instituciones del país, su determinación, como Sindicato, de acompañarlo en el impulso de la transformación de México y por supuesto, particularmente por la reforma de la educación. 

Muchas gracias por su atención y felicidades a todas las maestras y todos los maestros de México.

Colima, Col., a 16 de mayo de 2013.

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